QUIÉNES SOMOS

Somos una escuela que propiciamos la participación de todos los agentes educativos, para inspirar un ambiente favorable que fomente la inclusión (MINEDUC, 2015), el respeto a las tradiciones y costumbres, la empatía y la sana convivencia; a través de distintas actividades programadas en el quehacer educativo. Especialmente en la orientación y estimulación de hábitos, autocuidado y compromiso con su entorno natural, entre otros.

En cuanto al aprendizaje para todos los estudiantes es imperativo que todas las acciones favorezcan y potencien el desarrollo integral de los párvulos. Por consiguiente, propiciamos la expresión en todos sus ámbitos, incluyendo las habilidades intelectuales, motrices y socio-afectivas acorde a las necesidades de cada uno. Se establece el trabajo de enseñanza-aprendizaje como una mediación a través de actividades constructivas y significativas, las cuales se realizan de acuerdo a distintas didácticas y técnicas de trabajo, orientadas por las bases curriculares de Educación Parvularia.

Nuestra escuela de iglesia católica se fundamenta en valores, principios y experiencias de encuentro con Jesucristo que sostienen y orientan el crecimiento en la fe de los párvulos. Ésta se desarrolla a través del anuncio de la Buena Nueva, la celebración de la Fe, la vida comunitaria y de servicio.

Como Colegio de Iglesia con espiritualidad franciscana consideramos que “cada persona es única e irrepetible, capaz de buscar y conocer la verdad y el bien: De Amar y obrar libremente, llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser, según sus cualidades, en relación con las cosas, con los demás hombres y con Dios”.

Esta relación se expresa en el AMOR MUTUO, SENCILLEZ, LABORIOSIDAD Y EL DESPRENDIMIENTO propios del Carisma que Madre María José de Jesús, vio florecer estás virtudes en los primeros cristianos, estableciéndolos como pilares fundamentales de la congregación.

En una auténtica alianza de familia, escuela y comunidad se estimula y gestiona altas expectativas en los padres respecto a sus hijos e hijas en el aprendizaje y desarrollo de su fe. Al mismo tiempo, acompaña a los padres y apoderados para que se vinculen de manera sana y positiva en el ejercicio de esta responsabilidad y los involucra para que se reconozcan como miembros relevantes de la Comunidad Educativa.

El Equipo Directivo y docentes, junto a los asistentes de la educación lideran el proceso educativo de los párvulos con una visión compartida de valores, experiencias y métodos fortaleciendo el sentido de pertenencia, compromiso y profesionalismo.